¿Qué hacer frente a un inquilino moroso?

Finques Segarra 12/09/2017

Quienes planificaron y ahorraron para adquirir una vivienda y ponerla en alquiler, con la intención de obtener beneficios mensuales extras que los ayudarán a sobrellevar la vida, especialmente durante su jubilación, o aquellos que se dedican al lucrativo negocio de los arrendamientos gracias a su holgada posición económica; sin importar las diferencias, lo cierto es que todos los arrendatarios tienen pavor de encontrarse frente al inmenso problema que representa un inquilino moroso.

Ante ello, la solución del desalojo debe acometerse con las rigurosidades del caso, pues ningún ciudadano honesto debe soportar que alguien goce del beneficio ilícito de la propiedad que se ha costeado con todo el peso del trabajo.

Ante todo, apegarse a las leyes

La persona que se intenta echar puede recurrir a mil y una maneras para impedirnos la acción. Inclusive, puede servirse del chantaje y de la coacción en ciertos casos. Pese a todo, hay que conservar la calma y continuar por la senda justa de la legalidad institucional. Bajo ningún concepto se debe tomar una acción fuera de los canales judiciales existentes, de lo contrario la situación podría ponerse en nuestra contra.

Siempre resulta mejor el diálogo

Antes de avanzar hacia una solución en tribunales, conviene tomar el asesoramiento pertinente de las manos de un experto y esperar a ver si la solución llega por la vía de la negociación con la persona morosa. No se puede dejar de lado la humanidad y si la situación se debe a dificultades económicas serias, se pueden sugerir múltiples soluciones.

Acciones jurídicas

De no surtir efecto las palabras, el siguiente paso sería presentar una demanda de desahucio. Esto viene a significar un desalojo por orden judicial. Una vez presentada la demanda el juez encargado, habrá un plazo de 6 días para citar a ambas partes a un juicio verbal. Cuando se hayan escuchado ambas posturas, el juez deberá dictar una sentencia en los 15 días posteriores. De dársele la razón al propietario, el inquilino solo contaría con 8 días más para abandonar el bien inmueble, pudiéndose proceder a actuar con las fuerzas del orden público.

Como consecuencia del álgido problema social, los desahucios suelen tardarse mucho más, pues existe un interés mayor en proteger a las personas vulnerables económicamente hablando.

¿Qué es la enervación del desahucio?

De forma rápida, el inquilino puede pagar los importes debidos y rehabilitar el contrato. Pero este beneficio solo puede ser usado una vez.

 

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