Ciertamente, el baño es un lugar de aseo. Sin embargo, esta no es su única función, pues es también un lugar íntimo en el que podemos ponerle pausa al estrés del día a día. En este sentido, uno de los elementos más importantes en él es la bañera. En ella, además de bañarnos, podemos pasar un momento de tranquilidad, permitiéndoles a nuestros músculos relajarse y dándole a nuestro cuerpo el tiempo de reponerse de todos sus esfuerzos. Si aún no tienes una en casa, es probable que ya hayas considerado todos los beneficios que puede traerte.

Dado que existe tanta variedad en diseños, materiales y tamaños, a veces puede ser difícil, para aquellas personas que lo hacen por primera vez, decidirse por una. Para que este no sea tu caso, en este artículo te dejamos una serie de consejos al respecto.

Toma medidas

De nada va a servirte tener una bañera y no el espacio donde ponerla. Por ello, es importante que delimites específicamente dónde la colocarás y te asegures de medir bien el lugar. Ten presente que existen algunas que funcionan bien incluso en espacios reducidos.

Sopesa los beneficios de los materiales

Cuando compramos una bañera, generalmente, lo hacemos pensando en no tener que hacerlo de nuevo en un largo plazo. Por ello es tan importante estar consciente de los materiales con los que son fabricadas, pues influirán directamente en su calidad y resistencia. Las bañeras pueden ser:

• Acrílicas: son del material más ligero y barato, pero pueden agrietarse con los años.
• De acero: las más sólidas del mercado. Fáciles de limpiar y se adaptan a los cambios de temperatura.
• De fundición: cubiertas de esmalte vitrificado, son sencillas de limpiar y resistentes.
• De cerámica: bonitas, pero pesadas y con poca resistencia a los golpes.
• Sintéticas.

Identifica qué forma se adapta mejor a tus necesidades

Las bañeras cada día incluyen más nuevos y mejores diseños por lo que conviene conocerlos, para poder elegir la que se adecue a nuestras necesidades. Entre ellas tenemos: la rectangular o cuadrada, la de esquina, la de asiento y la independiente. Además, existen algunas combinaciones en las que se puede tener ducha y bañera en el mismo lugar.

Recuerda el mantenimiento

En este sentido, lo mejor es buscar bañeras cuya superficie pueda ser limpiada fácilmente.