
¿Cómo calcular el precio de una vivienda?
Para calcular de manera objetiva y acertada el precio de un inmueble, es necesario contar con un profundo conocimiento del mercado y sus variables, por lo que siempre es mejor recurrir a profesionales en la materia.
Expertos señalan que para determinar el precio del inmueble los profesionales deben trabajar con criterios objetivos, tratando de olvidar los afectos que todo propietario tiene por un inmueble y que tienden a valorarlo por encima del precio de mercado.
¿Cuáles son los principales aspectos a tener en cuenta?
1.- Ubicación
Esto sumará o restará de acuerdo al perfil del comprador. Una vivienda en una de las principales ciudades tendrá más valor por metro cuadrado, sobre todo si está ubicada en una zona céntrica, pero si el comprador está buscando algo tranquilo, esto no será un valor para él.
2.- Superficie (cubierta y descubierta)
Mientras mayor sea la superficie de la propiedad, más elevado será su precio de salida, sin embargo, a veces esto puede jugar en contra, pues su tamaño puede hacer que el inmueble tarde más en venderse debido al precio.
3.- Iluminación natural
Este siempre es un valor que suma, la iluminación natural suele ser muy apreciada, sobre todo en las grandes ciudades en donde el tamaño de los pisos puede resultar limitante, debido a ello la entrada de luz natural tiende a tenerse en alta estima y suele resultar uno de los puntos de mayor atractivo en toda vivienda.
4.- Vista
Una buena vista es siempre muy valorada en cualquier vivienda, en las turísticas suele sumar muchos puntos, sobre todo si se trata de regiones costeras. Mientras más amplia y atractiva resulte la vista, más incidirá en el precio del inmueble.
5.- Servicios
Aquí hay que contar no solo los servicios que ofrece el inmueble, sino sus alrededores, mientras mayores sean estos, más apetecible será la propiedad para los compradores.
Es oportuno aclarar que finalmente el valor real de una vivienda lo da lo que el comprador esté dispuesto a pagar, lo cual no siempre coincide con las expectativas del vendedor, de allí que estar abierto a negociar resulte siempre una gran ventaja.